Etapa de discernimiento continuo, personal y comunitario para el cultivo, acompañamiento y consolidación del compromiso adquirido a nivel humano-fraterno, cristiano-espiritual, social, religioso-dominicano-congregacional en una constante actitud de conversión y apertura al Espíritu, de acuerdo con los signos de los tiempos y en permanente “confrontación con el Evangelio, con el pensamiento de los Fundadores, con las normas de la Congregación y con la realidad al servicio de la cual estamos”. (Dominicas de Santa Catalina de Sena, 2010, Constituciones, art.147

La primera responsable de la Formación es cada hermana, con la ayuda de la comunidad formadora. (cfr. Ordo Praedicatorum , 2014, Anteproyecto Ratio Formationis Generalis 2016, n.179)

Objetivo general: Asumir la autoformación como un proceso de crecimiento integral desde el conocimiento y aceptación de sí misma, a través de una vida espiritual sólida vivida en comunidad, para ser signos eficaces y creíbles del Reino en la perspectiva de los pobres y el compromiso con la justicia y con la paz.

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