Etapa en la que la joven se integra a una comunidad formadora, progresa en el discernimiento del llamado y fortalece la dimensión humano-cristiana; vive una transición gradual a la vida consagrada con miras a clarificar su opción por Jesús en el estilo propio de la Congregación.
Objetivo general: Cimentar el desarrollo armónico y equilibrado de la joven, para un crecimiento humano cristiano que le permita clarificar las motivaciones de fe en su opción por Jesucristo.